¡Debimos sospecharlo! Pajaritos que matan cerdos no pueden ser pajaritos indefensos. Ni siquiera pueden ser pajaritos normales… ¡Son pajaritos espía! Esto, por lo menos, es lo que dice Jason Hong, profesor asociado del Human Computer Interaction Institute en Carnegie Mellon University, quien entrevistó a 40 usuarios de Angry Birds de los cuales 38 no habían pensado que el juego era capaz de recopilar información personal desde sus dispositivos.
Pero, ¿cómo es posible esto? Según Hong, el mayor foco espía de Angry Birds sería recopilar datos de ubicación de los usuarios para una eventual venta con fines publicitarios. Otros aspectos como el sexo, el modelo del equipo y algunos datos referentes a contactos y redes sociales podrían estar en el paquete.
Recordemos que Angry Birds es uno de los juegos móviles más vendidos, por no decir “el más vendido”, en Estados Unidos y Europa y cuenta con más de mil millones de descargas en todo el mundo. ”Cuando estoy dando una charla acerca de esto, algunas personas sacan sus teléfonos inteligentes, mientras yo sigo hablando, y borran el juego”, dijo Hong, experto en privacidad de aplicaciones móviles. “Por lo general, la mayoría de la gente simplemente no son conscientes de lo que está pasando”, concluyó.
Pero, ¿es sólo Angry Birds? No. En realidad, cualquier aplicación que instalemos en capaz de hacerse con cierta información personal, generalmente la ubicación del usuario, su género y los números de identificación únicos de smartphones. Las más voraces se apoderan incluso de listas de contactos e imágenes de las bibliotecas de fotos.
Lo más ruidoso de esto es que lo que hacen estas aplicaciones en principio es legal, si incluyen un apartado de condiciones de privacidad que nosotros aceptemos con la descarga y uso de la misma. Por ejemplo, los creadores de Angry Birds, Rovio Entertainment de Finlandia, dan a conocer sus prácticas de recopilación de información en 3358-word una política publicada en su Web y, aunque en teoría hay maneras de indicar a la compañía que no quieres que tus datos sean usados, casi nadie lo hace, porque casi nadie lee esas políticas de privacidad.
Al final, sabemos que estamos expuestos. Sabemos que nuestros datos están a disposición de entes que ni siquiera imaginamos, sólo con el hecho de estar en Facebook. Entonces, ¿podrá cambiar en algo la aceptación de Angry Birds el hecho de que le diga a las marcas en qué ciudad vivimos? En los tiempos que corren es casi imposible establecer una “dieta de contenidos” que nos mantenga a salvo de este tipo de intromisiones… De los que estamos aquí: ¿Cuántos nos hemos leído alguna vez la política de privacidad de una aplicación antes de instalarla?