El fabricante ruso Gresso tiene una nueva familia de teléfonos llamada Grand Monaco, bautizada así por el famoso circuito de Formula 1 de Montecarlo. Inspirándose en los materiales de construcción de la máxima categoría del automovilismo mundial, Gresso fabricó sus teléfonos usando una “superaleación” de titanio, recubrimiento cerámico, fibra de carbono… ya me entienden. Además el teléfono ofrece una pantalla de cristal de safiro 42K pulido a mano, y todo por la bicoca de USD 2.100.
En cuanto a las prestaciones tecnológicas (redoble de tambores) ofrece conectividad EDGE, cámara de 2MP y Bluetooth. No es broma. A lo mejor en Rusia esas prestaciones se consideran top, pero convendrán conmigo en que son decepcionantes y, definitivamente, si tuviera USD 2.100 dólares y estuviera en Rusia se me ocurren muchas otras cosas en qué gastar.
Creo que por esa plata te alcanza para un camión de Vodka y con el cambio te puedes comprar una casa.