Angry Birds es un claro caso de éxito de la App Store. Angry Birds es un juego pensado para pantallas táctiles desarrollado por Rovio, una empresa finlandesa creada por tres estudiantes de la Universidad de Helsinki, que se dedican a crear juegos para móviles. Angry Birds es su primer juego para iPhone y, después de mantenerse durante meses entre los más vendidos en medio mundo, han creado versiones para N900, Palm WebOS y Android con el mismo éxito.
Pero Electronic Arts no ha comprado Rovio –que sigue siendo independiente-, sino Chilingo, la empresa que publica Angry Birds y a otros muchos desarrolladores independientes y que recientemente repitió el éxito con la publicación de Cut the Rope, otro juego para iPhone que vendió un millón de copias en tan sólo diez días.
Comprando Chillingo, lo que adquiere EA es el liderazgo en la App Store y la ampliación de su dominio en los juegos móviles, además de una plataforma en la que se cultivan las mejores ideas de desarrolladores independientes y que sabe hacerlas llegar al usuario final con éxito, pero sobre todo EA ha adquirido a ese competidor capaz de dar visibilidad a un juego pequeño pero brillante y hacerlo arrasar.
Ante esta noticia, me pregunto si Chillingo no se habrá vendido demasiado barata cuando su poder para identificar lo bueno y catapultarlo al éxito ha quedado más que demostrado –pese a no poseer los juegos que vende-. Además, antes de que se hiciera público el precio final se estaban barajando cifras diez veces superiores a esos 20 millones de dólares en efectivo por los que se ha vendido.
Por cierto, durante el último trimestre EA sólo ha conseguido tener éxito en lo relativo a juegos para plataformas móviles vendiendo Scrabble para iPad. Está claro que Electronic Arts necesitaba una empresa como Chillingo para conseguir mejorar los números de esta sección. Ahora habrá que ver como gestiona EA los conocimientos de Chillingo y que sucede con los juegos que los desarrolladores independientes tienen en la plataforma.