La historia comienza con un hombre elegantemente vestido en un evento de prensa celebrado en la ciudad de New York, el cual se encontraba en posesión de un iPhone 4 de color blanco. Tras tomar disimuladamente algunas fotografías del dispositivo, los avezados miembros de un prestigioso blog se adelantaron a hablar con el propietario del ansiado terminal.
Oculto bajo la sombra del anonimato, este caballero aseguró de la existencia de una gran cantidad de terminales de dicho color que inundan la sede de Cupertino, consiguiendo hacerse con uno de ellos gracias a un intermediario. El cual, según parece desprenderse de sus declaraciones, también le informó del porqué del retraso en su distribución.
Por difícil de creer que resulte, Apple parece estar teniendo serios problemas para conseguir que sus dos principales proveedores de componentes en Asia logren hacer coincidir el tono de color blanco utilizado en la fabricación de las piezas. De tal modo que los colores del botón de inicio y la placa frontal del iPhone 4 no son exactamente iguales.
De todos es conocido lo exigente que es Steve Jobs con sus diseños y la especial atención que pone en los detalles, por lo que resulta creíble hasta cierto punto que una versión ‘imperfecta’ del producto pudiera llegar al mercado.
Sabiendo ésto, tan sólo nos queda averiguar si finalmente Apple está en condiciones de realizar una distribución a gran escala del terminal y cuando podría empezar a llevarla a cabo.