Es curioso el caso de LG, fue de las primeras en apostar por Windows Phone 7, dejando a un lado el tren Android, y ahora no sólo prioriza en el sistema operativo de Google, sino que no quiere saber demasiado sobre el de Microsoft.
LG ha presentado una sólida gama de teléfonos Android para este año, acompañada de servicios como la nube que abrirán mañana, pero sobre Windows Phone nada de nada. De hecho, se comenta que las intenciones son las de pasar este año en blanco.
Aunque la relación con Microsoft no se corta, ya que hay muchos intereses de por medio, y Windows Phone 8 puede ser demasiado interesante como para obviarlo. Esta situación nos la olíamos al ver que LG no llevó ningún Windows Phone al Mobile World Congress, y eso que esperábamos un LG Miracle.
Hay una realidad en la estrategia de Microsoft, y que parece que afecta a todas los fabricantes, especialmente a Nokia y Samsung: con tanto rumor sobre la “no actualización” a Windows Phone 8, y un espacio importante en medio sin novedades a partir de Tango, el sistema no se muestra atractivo para lanzar mejores teléfonos que los que ya hay en el mercado.
Por otra parte, se conoce que Steve Ballmer va a realizar un viaje a Corea del Sur en mayo, para explorar oportunidades de negocio con los fabricantes allí afincados, lo mismo les hacen cambiar de opinión. En el caso de Samsung, parece que tiene al menos tres teléfonos listos antes de terminar el año.