
La estrategia elegida por Apple desde el principio se centraba en la calidad sobre la cantidad, algo bastante loable puesto que desecharon más de una campaña por no llegar a los mínimos impuestos por ellos, pero parece que la industria no está dispuesta a pasar siempre por lo que Apple dice, hace o quiere.
Si bien la compañía cuenta con bastantes desarrolladores que aceptan el uso de publicidad de la compañía a cambio de recibir dinero de forma indirecta con la “venta” de la aplicación, parece que Apple se encuentra actualmente bastante atada de manos para encontrar nuevos inversores que quieran apostar y publicar anuncios en el sistema.
Esta claro que Apple no quiere ofrecer anuncios de texto plano simples y sin interés, pero tal vez ha llegado el momento de decidir hasta donde están dispuestos a ser exigentes. Si la compañía cuenta con multitud de desarrolladores dispuestos a usar el sistema, pero sin ninguna gran empresa que quiera apostar por esos anuncios, de nada sirve ese sistema premium que habían planteado desde el principio.