En comunicado entregado a diversos medios europeos, Samsung confirmó lo que hasta hace poco parecía ser sólo un rumor que indicaba retrasos y demoras relacionadas con la llegada de la variante azul de su nuevo teléfono insignia, el Galaxy S III.
“La versión Pebble Blue del Galaxy S III viene en un color recientemente inventado y en un material hiper-brillante. De manera de llegar a los más altos estándares de calidad internos y así proveer un Galaxy S III de la mejor calidad a nuestros clientes, una pequeña cantidad de equipos azules llegarán a algunas regiones dentro de las próximas 2 a 3 semanas.”, asegura la nota.
Según un reporte de GSM Arena, la falla real está en el tono de la zona frontal y la zona posterior del equipo, partes que no eran del mismo color y que, incluso con una mínima diferencia, no cumplían con el estándar exigido por la surcoreana.